Publicado en Houzz, por Bea González. 17 de Abril de 2020
Algunos profesionales se preguntan si cambiarán las peticiones de los clientes a la hora de decorar sus casas. Los particulares, por su parte, buscan respuestas que giran en torno a cuestiones como la seguridad o la higiene; por ejemplo qué materiales serán fáciles de limpiar o qué soluciones decorativas pueden ayudar a contener cualquier virus. Sobre la experiencia del pasado, tras una crisis se suele tender a decorar de una manera más práctica y funcional. ¿Sucederá lo mismo esta vez? Tras preguntar a los profesionales sobre cómo cambiará el coronavirus la distribución del hogar y también cómo esta pandemia revolucionará el baño, ahora hemos indagado con cuatro destacados profesionales sobre cómo cambiará nuestra forma de decorar.
Elegiremos materiales naturales y/o fáciles de limpiar
La gente toma más conciencia estos días de que la salud es fundamental. En consecuencia, profesionales y particulares buscarán que los espacios sean más saludables. “En general, creo que volveremos a usar los materiales autóctonos, y especialmente los más ecológicos o naturales (piedra, madera, aluminio, cerámica)”, opina Alejandro Jiménez, de CMYK Arquitectos.
En una encuesta realizada en Gran Bretaña hace solo tres semanas por YouGov –empresa internacional de investigación de mercados y análisis de datos con sede en Londres–, un 43 % de los consumidores británicos ya asegura haber modificado su comportamiento y hábitos de consumo debido al coronavirus. Mejorar la higiene personal es uno de esos cambios que recoge la encuesta, pero… ¿cómo se traduce esto en la decoración del hogar?
“En la cocina, por ejemplo, sustituimos los frentes de los armarios por otros de materiales cerámicos con menos juntas y más fáciles de limpiar”, dice Diego Gómez, de Code Studio Interiorismo.
Le planteamos a la arquitecta Teresa Sapey si, por ejemplo, cree que la tendencia a usar papel pintado como alternativa a las baldosas en zonas húmedas como el baño o la cocina puede llegar a su fin con esta crisis. “Los papeles vinílicos que puedes desinfectar permitirán que se sigan usando en baños y cocinas”, afirma.
Optaremos por más color, pocas piezas y rincones confortables
“Yo espero que cuando esto pase, los clientes pidan colores fuertes, azules y verdes potentes; que busquen dar un toque de alegría a la casa no en un en un accesorio, como un cojín, sino en una pared principal. Por supuesto, se seguirán llevando arenas y ocres, pero creo que la gente se atreverá más en el color”, dice Gómez, que, como muchos otros profesionales, está reflexionando estos días sobre cómo serán las peticiones de los clientes a corto y medio plazo.
Además, como no hace mucho que pasamos una crisis económica, siguen estando frescas las tendencias que surgieron entonces: la estética relajada shabby chic, el interiorismo esencial nórdico, piezas vintage combinadas con otras más modernas y, como confirma Gómez, el color.
Por lo tanto, el color será el elemento clave para dar personalidad a estancias de la casa que, en opinión de varios de los profesionales consultados, van a recuperar protagonismo, como pueden ser, por ejemplo, “las cocinas, dormitorios y zonas de trabajo. Vamos a empezar a ver casas más enfocadas a la vida privada que a la pública”, afirma Sapey.
“En cuanto a mobiliario, imagino que el estilo que se impondrá será minimalista, con el mantra de menos es más y líneas muy puras”, comparte Jiménez.
Las casas serán confortables y los particulares seguirán queriendo rodearse de objetos bellos y con significado. “Se intentará pagar menos por más, es decir, aunque prime cierta modestia y un número de piezas más contenidas, el cliente seguirá buscando un hogar que impacte”, opina Gómez.
Dedicaremos más espacio a la zona de trabajo y la decoraremos con mimo
“Puede que haya alguno que le coja el gustillo a lo del teletrabajo y decida convertir definitivamente aquella habitación extra en su oficina, pero eso es algo que ya venía sucediendo y que no podemos achacar solo al coronavirus”, comparte Felipe Araujo, cofundador del estudio Egue y Seta. “En nuestro estudio, creo que continuaremos decorando los espacios de trabajo en función del trabajador que los vaya utilizar. Quizás, de cara a los espacios de trabajo domésticos, esta coyuntura sanitaria solo nos implique pensar en un rincón/fondo (más o menos corporativo, o con mayor o menor presencia de marca), sobre el que sostener las video conferencias que terminan siendo necesarias”, cuenta Araujo.
“Si acabamos teletrabajando con regularidad, parece lógico prever que los home-offices acabarán saliendo del rincón residual donde suelen estar por su uso ocasional para ocupar habitaciones cada vez más grandes… y exteriores. Sobre cosas concretas que nos gusta incluir en nuestro proyectos, somos fan de las grandes bibliotecas, de los escritorios de verdad (no de las mesas que acabamos usando para trabajar), de las pizarras y corchos hasta arriba de mensajes y de los flexos”, concluye Araujo, sobre la decoración de los espacios de trabajo.
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